Assimilierung der Juden
La asimilación de los judíos ha sido un tema importante en las discusiones sobre la imagen propia del judaísmo desde finales del siglo XIX. Estos debates fueron provocados sobre todo por el libro de Theodor Herzl El Estado judío. Moshe Zimmermann escribió al respecto: "La cuestión de la asimilación y la simbiosis es la que está más estrechamente relacionada con la definición de lo judío" Ludwig Holländer ya vio el problema de satisfacer las expectativas del grupo original -por ejemplo, la familia judía o el kibbutz- por un lado, y las exigencias de la sociedad mayoritaria por otro. A menudo se citan en este contexto ejemplos individuales como Sigmund Freud y Albert Einstein, mientras que algunos autores como el historiador estadounidense-alemán Peter Gay se basan en sus propias experiencias. El gueto judío o el barrio de influencia judía, como el que se encuentra, por ejemplo, en las grandes ciudades, suele ser menos discutido.
Gershom Scholem criticó: "Amplios estratos de los judíos alemanes estaban efectivamente dispuestos a liquidar su nacionalidad, pero querían conservar, ciertamente en grados muy diferentes, su judaísmo, como herencia, como denominación, un elemento indefinible y sin embargo claramente presente en su conciencia. Lo que a menudo se olvida es que no estaban preparados para la asimilación total que la mayoría de su élite estaba dispuesta a pagar con su desaparición". La filósofa política Hannah Arendt lleva insistiendo en la independencia de la identidad judía desde 1943. Con la fundación del Estado de Israel, la cuestión ha dejado de estar en primer plano.[1]